Localizada en la orilla occidental del Lago Cocibolca y a la sombra del Volcán
Mombacho, la Reserva Silvestre Privada Domitila tiene la distinción de ser la primera
área protegida privada de Nicaragua, establecida en el año 2001. La Reserva es
parte de una propiedad más grande adquirida originalmente por Don Eulogio
Morales en 1881. Desde entonces, la propiedad se ha mantenido en las
manos de sus descendientes, incluyendo Domitila, que pertenece a Silvio y María
Jose Mejia.

Por casi un siglo, el lugar tenía una de las colecciones más variadas y más completas
de maderas preciosas y de fauna en la región. Mientras que el ecosistema dentro
de Domitila es un bosque predominantemente seco tropical, hay otros ecosistemas
representados incluyendo sabana, humedales, estuario, y el lago que es la atracción de muchas especies salvajes de la fauna. Los antepasados de Silvio Mejia apreciaron la rica biodiversidad del área, viviendo y manteniendo la granja de Mecatepio en coexistencia armoniosa con la vida silvestre. Su familia mantuvo una granja con ganado vacuno por muchos años. Durante los años 80, un momento turbulento en la historia de Nicaragua, la granja cerró sus operaciones. Los bosques y la fauna dentro de la propiedad estuvieron sujetos a un sinnúmero de abusos, dañando el hábitat natural de éstos, provocando que ciertas especies de animales y de plantas llegasen a estar amenazadas o extintas.

Cuando la situación política del país se apaciguó en los comienzos del 90', los Mejias
decidieron reasumir las principios éticos de la familia en la conservación de la tierra y de lo que aún quedaba de recursos naturales en el lugar. También decidieron restaurar su propiedad a su estado original, estableciendo proyectos de repoblación forestal y de conservación con la cooperación de los residentes del área.
Estos proyectos están ayudando a los empobrecidos habitantes locales, dándoles nuevas oportunidades de mejorar su estándar de vida. Domitila ha empleado a residentes locales para ayudar a construir edificios y senderos, servicio de guías turísticos y cocineros, y al mismo tiempo mantiene y protege la reserva. Los residentes también han estado implicados en proyectos tales como agricultura orgánica, jardinería, producción de artesanías para la venta, y cultivos de viveros de árboles.

Los Mejias han sido la fuerza impulsora para crear una nueva organización no gubernamental (ONG), que está captando fondos para conservar las riquezas biológicas de la reserva y para fomentar el desarrollo sustentable en las comunidades circundantes. Ellos están trabajando para conservar la biodiversidad, comprometiendo su tierra como refugio de la fauna y como centro para la investigación científica de la flora y de la fauna de la región.

Una estrategia de desarrollo sostenible se está llevando a cabo para educar a residentes locales sobre el uso de los recursos naturales de una manera sostenible mientras que al mismo tiempo proporciona oportunidades de mejorar su estándar de vida con el ecoturismo.

Información adicional sobre la organización y la misión de la Reserva Domitila puede ser obtenida contactando a la familia Mejias.